8 de diciembre de 2012

Apple iPad mini

El primer iPad de la historia se presentó el 27 de enero de 2010 en una de las keynotes más recordadas del añorado Steve Jobs.
En aquella ocasión Jobs, antes de mostrar a todos los asistentes el diseño del nuevo producto que iba a anunciar, se preguntaba si había lugar para una tercera categoría de dispositivo móvil entre el smartphone y el portátil.
Sobra decir que sí, que había un hueco que estaba esperando que alguna empresa visionaria lo llenara, y que un dispositivo para navegar por la Red, gestionar el email, ver fotos y vídeos, escuchar música, leer ebooks o jugar no debía tener el formato de un netbook… debía ser un tablet que en Apple llamaron iPad.
Steve Jobs lo había vuelto a lograr, tras revolucionar la industria musical con el iPod o la de los teléfonos móviles con el iPhone, el iPad fue capaz de crear una nueva categoría de dispositivo personal (por mucho que ya existiera algún que otro tablet en el mercado, pero nada parecido, ¡por favor!) del que Apple ya ha vendido más de 100 millones de unidades en todo el mundo.



Tras el iPad de primera generación llegó el iPad 2 el 2 de marzo de 2011 (de nuevo con Steve Jobs a la cabeza, en la finalmente sería su última keynote) y el 7 de marzo de 2012 la tercera generación, que en lugar de llamarse iPad 3 se denominó nuevo iPad, incorporando por primera vez la excelente pantalla Retina.
Este “círculo de generaciones” de iPad se cerró por el momento el pasado 23 de octubre cuando Apple lanzó una actualización del nuevo iPad con una cuarta generación que destaca por su mayor velocidad gracias al chip A6X y, sobre todo, el iPad mini, el nuevo miembro de la familia, esta vez con pantalla de 7,9 pulgadas en lugar de las 9,7 pulgadas de los “hermanos mayores” (el iPad 2 que recordemos todavía se vende y el iPad con pantalla Retina, el de cuarta generación que hemos mencionado).

¡Cómo no se le había ocurrido antes a Apple!

El pasado 2 de noviembre, día en que se puso a la venta el iPad mini en España (y en otros 27 países más), nos hicimos con un modelo de color negro y grafito con 64 Gbytes de capacidad. Hablamos del iPad mini WiFi porque el WiFi+Cellular (el que en España siempre hemos llamado WiFi+3G) se ha empezado a comercializar sólo hace unos días y aclaramos que no es el que hemos probado para este análisis.



El iPad mini es un tablet de la “generación de las 7 pulgadas” (aunque en realidad su pantalla casi roza las 8 pulgadas al tener una diagonal de 7,9 pulgadas), por lo que compite con dispositivos de la talla del Kindle Fire HD y del Google Nexus 7. Esta feroz competencia es la que ha animado a Apple a poner las “cartas sobre la mesa” y a evitar perder por incomparecencia un mercado muy rentable.
Y no hablamos de un mercado de precio bajo, nada de eso porque frente a los 199 euros del Kindle Fire HD de 16 Gbytes y los también 199 euros del Google Nexus 7 de 16 Gbytes de capacidad, el iPad mini se vende por 329 euros (16 Gbytes), 429 euros (32 Gbytes) o 529 euros (64 Gbytes), repetimos que en su versión WiFi porque el modelo WiFi+Cellular es más caro: 459 euros para 16 Gbytes, 559 euros para el de 32 Gbytes y 659 euros para el de 64 Gbytes.
Es decir, Apple no ha querido entrar en la lucha del precio, se trata más de una batalla de posicionamiento donde el formato de 7 pulgadas parece el más acertado para la lectura de ebooks, el uso como consola de juegos o incluso para visualizar vídeos mientras se va en transporte público.



No es el tamaño, es el peso

Aunque lo lógico sería pensar que el tamaño del iPad mini es lo primero que llama la atención cuando se sujeta con una mano, nada de eso. Lo más llamativo es su peso: 308 gramos del modelo analizado (el WiFi+Cellular es un poco más pesado, 312 gramos) frente a los 601 gramos del iPad 2 WiFi y los 652 gramos del iPad WiFi con pantalla Retina.



Si somos usuarios de alguna versión del iPad (primera, segunda, tercera o incluso cuarta generación), las casi dos pulgadas de diferencia con el iPad mini no son tan llamativas como su bajo peso. Esto es así porque la experiencia de la pantalla es exactamente igual que con otro iPad, un acierto por parte de Apple lo de guardar una relación de aspecto de 4:3 que permite que no haya que rediseñar las apps. Obviamente, dejando a un lado la experiencia, sí que hay diferencias entre pantallas.
Para empezar, se dice que la pantalla del iPad mini es igual que la del iPad 2 (Multi-Touch retroiluminada por LED con tecnología IPS y resolución de 1.024 x 768), pero la gran diferencia es que el modelo mini tiene 163 píxeles por pulgada y el iPad 2 se queda en 132 píxeles. En fin, que se ve un poco mejor la pantalla del iPad mini que la del iPad 2, aunque cuando se compara con la pantalla Retina del nuevo iPad (el de cuarta generación o tercera generación), con su resolución de 2.048 x 1.536 a 264 píxeles por pulgada, es cuando te das cuenta de que es muy fácil acostumbrarse al “caviar”.



Una cámara tan buena como la del nuevo iPad

La cámara principal del iPad mini (la trasera, llamada iSight) tiene un sensor de 5 megapíxeles, enfoque automático, detección facial, iluminación posterior, lente de cinco elementos, filtro de infrarrojos híbrido, apertura de f/2,4, enfoque por toque para vídeos y fotografías, control táctil de la exposición en vídeo o fotos y geoetiquetado de fotos y vídeos. Además, graba a 1080p.



Esta cámara es un híbrido de la del iPhone 4S y la del iPhone 4, ya que usa el sensor de 5 megapíxeles del iPhone 4 pero combina la lente de cinco elementos, el filtro de infrarrojos híbrido y la apertura f/2,4 de la del iPhone 4S. Por cierto, la cámara delantera FaceTime HD hace fotos de 1,2 megapíxeles y graba vídeo a 720p.





En su interior

Apple ha adoptado el “viejo” procesador A5 del iPad 2 en el iPad mini, que utiliza un micro dual-core Cortex-A9 junto con la GPU PowerVR SGX435MP2. Creemos que es una decisión apropiada para el tipo de dispositivo del que estamos hablando. Obviamente, una futura versión del iPad mini (que se podría llamar “nuevo iPad mini”) seguro que tendrá un procesador más rápido y también pantalla Retina, de eso no cabe duda, pero también todos sabemos que Apple siempre se deja “cosas en el tintero” en la primera edición de sus productos para posteriormente presentar mejoras. Es una estrategia de marketing y posicionamiento de producto que le está funcionando y continuará así.



Por otra parte, también es importante hablar de su antena WiFi de doble banda para conectarse a redes 802.11a/b/g/n tanto en 2,4 GHz como en 5 GHz. Esto es especialmente útil cuando tenemos un router de doble banda ya que podemos descongestionarlo; tanto en el trabajo como en casa cada día hay más dispositivos “tirando” de la red inalámbrica… y eso se nota. Por cierto, no se nos olvide mencionar el soporte Bluetooth 4.0, más avanzado que el Bluetooth 2.1+EDR del iPad 2.

Conclusiones

Como hemos comentado, estamos seguros que habrá una segunda generación de iPad mini con pantalla Retina, mejor procesador y alguna que otra novedad. Además de tener un formato excelente para leer libros, navegar por la Red, visualizar fotografías y vídeos… nos parece una de las mejores consolas portátiles de juegos, sobre todo por el amplio catálogo de títulos disponible en la App Store.
Precisamente los juegos de la próxima generación que veremos en el año 2013 “obligarán” a una renovación del procesador del iPad mini y de su pantalla, probablemente en la segunda mitad del próximo año.

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