5 de febrero de 2013

Que mirar antes de comprar una tablet con Windows 8

La mayoría de las tablets que se comercializan actualmente en el mercado vienen equipadas de fábrica con alguna de las versiones del sistema operativo para móviles de Google, Android. Esto se debe principalmente a que este es un muy buen sistema operativo, con un excelente rendimiento y capacidad, pero además también por algunos temas de licencias que no es necesario desarrollar aquí.
El hecho es que Android es un SO increíble, sin embargo existen usuarios que tienen otro tipo de necesidades, y para ellos también existen tablets con Windows 8 capaces de enfrentar los más variados desafíos. Pero para ello se debe saber que comprar, y eso es precisamente lo que desarrollaremos en este artículo.
Lo que necesitamos saber acerca de la compra de una tablet con Windows 8 se divide básicamente en dos puntos principales: la cantidad de dinero que tenemos disponible para su adquisición y en segundo término el propósito de su compra, es decir, para que la vamos a usar.
El objetivo de este artículo se centrará exclusivamente en el propósito, ya que el presupuesto siempre es algo que atañe a los propios usuarios; lo que es barato para algunos, es caro para otros, así que lo primordial aquí es tener bien en claro el uso que se le dará a una tablet con Windows 8 instalado.
Sin embargo, en este punto la idea del artículo también es conseguir la mejor relación costo/beneficio, es decir tratar de obtener la mayor cantidad de características posibles con el presupuesto disponible.




Afortunadamente, en el mercado también existen muchos modelos de tablets equipadas con Windows 8 manufacturadas por los grandes del mercado, hasta incluso la propia Microsoft ofrece una serie de dispositivos llamados Surface, y se hace bastante fácil obtener una tablet que nos satisfaga completamente sin demasiadas complicaciones.
Pero por otra parte, si lo que queremos es hacer economía intentando comprar tablets de origen chino, y por lo tanto más económicas, la tarea se volverá poco menos que imposible, ya que los requerimientos de hardware de Windows son diferentes a los de Android, donde sí existe un gran mercado de tablets de origen asiático. Quizás con el tiempo esta condición cambie, pero por ahora tendremos que esperar un poco más.




¿Para que usaríamos una tablet con Windows 8?
Antes incluso de contar los billetes que tenemos disponibles, esta sería la primera pregunta que deberíamos hacernos, ya que quizás lo que tenemos que hacer puede ser resuelto perfectamente por una tablet con Android.
En un escenario en donde el usuario sólo usa la tablet para consultar el correo, leer RSS, ver videos, escuchar música y emprender algunas tareas de oficina, una tablet con Android puede ser la respuesta ideal, incluso en modelos económicos.
Ahora, el enfoque cambia cuando el usuario utilizará la tablet para ejecutar en ella aplicaciones muy específicas del entorno Windows. En ese caso, no existirá más alternativa que encarar la compra de una tablet con el sistema operativo de las ventanas.
Sin embargo, cualquiera sea el motivo por el cual queremos o necesitamos comprar una tablet con Windows 8, existen algunos puntos que tenemos que tener en consideración para que la compra sea lo más exitosa posible.


Poder de cómputo: RAM y Ghz

En primer lugar, tenemos que tener bien en claro cuales son los requisitos de hardware que debe tener una tablet con Windows 8 para que una aplicación específica se pueda instalar y ejecutar normalmente y con fluidez.

Es decir que si una tablet sólo cumple con los requisitos básicos de hardware para garantizar el funcionamiento para ese software en particular no nos servirá, ya que no podremos ejecutarlo en un escenario real con archivos de gran tamaño y con apuro para ser terminados.
Un parámetro de ejemplo para darnos cuenta de lo que estamos hablando es el de los requisitos de memoria mínimos. Si una aplicación requiere que la memoria mínima del dispositivo sea de 1 Gb de RAM, y nuestra tablet sólo tiene esa cantidad, podemos contar con que el software en cuestión apenas podrá arrancar y ejecutarse, pero no seremos capaces de obtener una buena performance ni de milagro.


La movilidad: Con menos es más portátil

La posibilidad de transportar un dispositivo adonde sea que vayamos está estrictamente ligada a la duración de la batería del mismo. En este punto, cuando más movilidad o duración de batería deseemos, menos potencia y características deberá tener el dispositivo a comprar. Es decir que la idea de más portabilidad puede traer algunos inconvenientes como menos potencia de cómputo así como también la imposibilidad de utilizar algunos periféricos de uso común como el ratón o el teclado. Claro está que esta configuración sería conveniente solo en el caso de que trabajáramos con poco texto y sin gráficos, imágenes, datos u otros tipos de trabajos que no necesiten ser editados o manipulados en grandes cantidades.
Tablets con Windows 8: Tipos de usuarios y sus necesidades
Básicamente, se podrían resumir las necesidades de los usuarios en tres nichos bien diferenciados, entre los cuales el comprador deberá encontrar la respuesta justa a sus requerimientos reales y específicas.


El primero de ellos es el usuario con necesidad de más potencia, quien necesita una tablet con Windows 8 que le permita ejecutar aplicaciones que hagan un uso muy intensivo de los recursos del sistema. En ese caso, lo mejor para ello es elegir una tablet con un procesador Intel Core, ya que este tipo de CPU le brindará la potencia necesaria y más como para encarar cualquier tarea que se proponga.
En este sentido, la tablet Microsoft Surface Pro es una de las mejores alternativas disponibles, pero en el mercado también existen como el ASUS Transformer Book, el Samsung ATIV Smart PC o el ProAcer Iconia W700, también de mucha potencia y capacidad.


Obviamente que tanta potencia disponible implica un pequeño sacrifico de la movilidad, ya que es posible que usemos la tablet asociada a un teclado o a un ratón, lo que le quita toda la portabilidad que pueda tener. También la duración de la batería se ve comprometida. Pero afortunadamente, le podemos desconectar estos periféricos y acostumbrarnos a usarla de la manera en la que fue diseñada, obteniendo de este modo movilidad plena.
Sólo la uso para tareas simples
Si tenemos pensado comprar una tablet con Windows 8 sólo para leer el correo, publicar en las redes sociales, tareas de oficina pequeñas y poco más, entonces volvemos a recordar la posibilidad de adquirir una tablet con Android más económica, pero si aún queremos uno de estos dispositivos con Windows, podemos contar con la posibilidad de comprar una tablet con procesador ARM, dispositivo al que Microsoft y sus asociados llaman Tablets Windows RT.




Mediana potencia pero buena movilidad

Para todos aquellos usuarios que necesitan buena performance pero aún mantener una buena portabilidad y duración de la batería, lo mejor es optar por una tablet Windows 8 con procesador Intel Atom, que nos asegurará una excelente relación potencia/duración de la batería aún cuando se estén ejecutando en el equipo aplicaciones que hagan mucho uso de los recursos del sistema.


En comparación a los procesadores ARM instalados en las tablets Windows RT, las tablets con procesador Intel Atom ofrecen mejor performance que las equipadas con ARM, pero obviamente muchísimo menos que las fabricadas con Intel Core.

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