El hecho es que Android es un SO increíble, sin embargo existen usuarios que tienen otro tipo de necesidades, y para ellos también existen tablets con Windows 8 capaces de enfrentar los más variados desafíos. Pero para ello se debe saber que comprar, y eso es precisamente lo que desarrollaremos en este artículo.
Lo que necesitamos saber acerca de la compra de una tablet con Windows 8 se divide básicamente en dos puntos principales: la cantidad de dinero que tenemos disponible para su adquisición y en segundo término el propósito de su compra, es decir, para que la vamos a usar.
El objetivo de este artículo se centrará exclusivamente en el propósito, ya que el presupuesto siempre es algo que atañe a los propios usuarios; lo que es barato para algunos, es caro para otros, así que lo primordial aquí es tener bien en claro el uso que se le dará a una tablet con Windows 8 instalado.
Sin embargo, en este punto la idea del artículo también es conseguir la mejor relación costo/beneficio, es decir tratar de obtener la mayor cantidad de características posibles con el presupuesto disponible.
Afortunadamente, en el mercado también existen muchos modelos de tablets equipadas con Windows 8 manufacturadas por los grandes del mercado, hasta incluso la propia Microsoft ofrece una serie de dispositivos llamados Surface, y se hace bastante fácil obtener una tablet que nos satisfaga completamente sin demasiadas complicaciones.
Pero por otra parte, si lo que queremos es hacer economía intentando comprar tablets de origen chino, y por lo tanto más económicas, la tarea se volverá poco menos que imposible, ya que los requerimientos de hardware de Windows son diferentes a los de Android, donde sí existe un gran mercado de tablets de origen asiático. Quizás con el tiempo esta condición cambie, pero por ahora tendremos que esperar un poco más.
En un escenario en donde el usuario sólo usa la tablet para consultar el correo, leer RSS, ver videos, escuchar música y emprender algunas tareas de oficina, una tablet con Android puede ser la respuesta ideal, incluso en modelos económicos.
Ahora, el enfoque cambia cuando el usuario utilizará la tablet para ejecutar en ella aplicaciones muy específicas del entorno Windows. En ese caso, no existirá más alternativa que encarar la compra de una tablet con el sistema operativo de las ventanas.
Sin embargo, cualquiera sea el motivo por el cual queremos o necesitamos comprar una tablet con Windows 8, existen algunos puntos que tenemos que tener en consideración para que la compra sea lo más exitosa posible.
Es decir que si una tablet sólo cumple con los requisitos básicos de hardware para garantizar el funcionamiento para ese software en particular no nos servirá, ya que no podremos ejecutarlo en un escenario real con archivos de gran tamaño y con apuro para ser terminados.
Un parámetro de ejemplo para darnos cuenta de lo que estamos hablando es el de los requisitos de memoria mínimos. Si una aplicación requiere que la memoria mínima del dispositivo sea de 1 Gb de RAM, y nuestra tablet sólo tiene esa cantidad, podemos contar con que el software en cuestión apenas podrá arrancar y ejecutarse, pero no seremos capaces de obtener una buena performance ni de milagro.
El primero de ellos es el usuario con necesidad de más potencia, quien necesita una tablet con Windows 8 que le permita ejecutar aplicaciones que hagan un uso muy intensivo de los recursos del sistema. En ese caso, lo mejor para ello es elegir una tablet con un procesador Intel Core, ya que este tipo de CPU le brindará la potencia necesaria y más como para encarar cualquier tarea que se proponga.
En este sentido, la tablet Microsoft Surface Pro es una de las mejores alternativas disponibles, pero en el mercado también existen como el ASUS Transformer Book, el Samsung ATIV Smart PC o el ProAcer Iconia W700, también de mucha potencia y capacidad.
Obviamente que tanta potencia disponible implica un pequeño sacrifico de la movilidad, ya que es posible que usemos la tablet asociada a un teclado o a un ratón, lo que le quita toda la portabilidad que pueda tener. También la duración de la batería se ve comprometida. Pero afortunadamente, le podemos desconectar estos periféricos y acostumbrarnos a usarla de la manera en la que fue diseñada, obteniendo de este modo movilidad plena.
En comparación a los procesadores ARM instalados en las tablets Windows RT, las tablets con procesador Intel Atom ofrecen mejor performance que las equipadas con ARM, pero obviamente muchísimo menos que las fabricadas con Intel Core.
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