Y entre los síntomas que podemos tener si llegamos a padecer
Síndrome de Fatiga Visual nos encontramos con
molestias oculares que pueden ir desde pesadez en los ojos, quemazón, picores,
somnolencia o aumento de parpadeo. También estarán los trastornos visuales como
la dificultad al percibir los caracteres en la pantalla o visión borrosa al
mirar de lejos. Por último podemos encontrarnos con síntomas extraoculares como
cefaleas, vértigos o ansiedad.
Desde una perspectiva visual, los ordenadores, las tabletas y los
teléfonos inteligentes son similares entre sí, ya que todos cuentan con
pantallas que se iluminan. Esto supone una cierto inconveniente para los ojos
del usuario, ya que, normalmente, mantener la mirada fija en una fuente de luz directa provoca fatiga visual.
Los e-book, por el contrario, utilizan tinta
electrónica, lo que significa que sus pantallas no están iluminadas, sino que
ofrecen una imagen que debe ser iluminada desde fuera, como ocurre con el papel. Por lo tanto, al igual que con un libro impreso, el
nivel de luz ambiental resulta clave para una visión cómoda. En cualquier caso,
la lectura de un libro electrónico, un ordenador o un libro en papel,
independiente de si la pantalla está retroiluminada o no, provoca fatiga visual,
por lo que es imprescindible realizar descansos de manera regular.
Diferencias entre tablets y E-books.
Los e-book
Consejos.
Para evitar que esto nos pueda pasar usando nuestros dispositivos digitales, el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas nos da 10 consejos que nos pueden ir muy bien para evitar futuros problemas de vista:- Haz descansos cada cierto tiempo: como mínimo, una pausa de cinco minutos por cada hora de lectura.
- Los trastornos relacionados con el Síndrome de Fatiga Visual son provocados por trabajar reiteradamente a la misma distancia. Para descansar los músculos oculares, alterna la visión entre un objeto cercano y otro lejano cada veinte minutos (mirando por la ventana, por ejemplo).
- Recuerda que es necesario parpadear. Debido a la concentración, solemos hacerlo mucho menos de lo normal. Si aún así notas que tienes los ojos secos, también puedes recurrir a un colirio. Pide consejo a tu óptico-optometrista.
- Ajusta el brillo y contraste de la pantalla para que esté en consonancia con la iluminación de la zona de trabajo. Reducir la luz ambiental nos permitirá suavizar el brillo del monitor, mejorando así la visualización del texto.
Asegúrate de que tienes la luz apropiada (mejor si es natural), pero recuerda que el exceso de luz también puede ser perjudicial. Opta mejor por una iluminación lateral para evitar los reflejos. Si nuestro monitor lo permite, deberíamos aumentar la velocidad de refresco de la pantalla. Una cifra de 70-75 Hz ya se considera como una buena medida para reducir la fatiga visual. - Mantén el monitor de tu ordenador a unos 60 cm de distancia y ligeramente por debajo del nivel de los ojos. Atención en el caso de los niños, ya que por su estatura pueden encontrar la pantalla demasiado alta. Si utilizas un e-book, mantenlo a unos 35-40 cm de distancia de los ojos.
- Dentro de lo posible, ajusta el tamaño de la letra.
- No utilices estos medios electrónicos cuando estés muy cansado.
- No olvides someterte a una revisión visual anual. Defectos no
corregidos,
incluso de pequeña magnitud, como hipermetropía, vista cansada o astigmatismo, así como disfunciones en la acomodación o la visión binocular, pueden contribuir a que aparezcan síntomas molestos derivados de las exigencias visuales en visión próxima. Ante cualquier problema o duda, consulta con tu óptico-optometrista.
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