Cuando se lanzó la versión con 128 GB de disco duro del iPad 4, tras la sorpresa inicial, no faltaron los analistas que apuntaban a que Apple podría estar redefiniendo el público para sus tablets, a la vista de la canibalización que simultáneamente estaban sufriendo los MacBook Air por parte del iPad y el iPad por parte del iPad mini: la idea fundamental sería optimizar el iPad mini como dispositivo para ocio y el iPad como dispositivo de trabajo. De hecho, no faltaron tampoco los análisis que más allá de sugerir que esto es lo que estaba haciendo Apple apostaban a que era lo que debía hacer Apple, teniendo en cuenta la proyección de las tabletas en el sector profesional y la ventaja que en él le sacaba Microsoft.
Evidentemente, una patente es sólo una idea que pueda estar muy lejos de ponerse nunca en práctica, pero no deja de ser interesante que hayamos ahora descubierto que Apple tiene ya su propio proyecto para un híbrido, al estilo de los convertibles con Windows. La patente en este caso no nos deja ninguna idea especialmente original, como suele ocurrir con los esbozos de futuros dispositivos y accesorios de los de Cupertino. Como decimos, tampoco hay ninguna información adicional que confirme que el proyecto se haya puesto en marcha en ningún momento, especialmente dado que se trata de una patente con más de un año. Sin embargo, podría no ser una alternativa no excesivamente descabellada si, efectivamente, Apple quisiera competir con Microsoft en el ámbito profesional. ¿Veremos en un futuro próximo un híbrido de Apple?
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