CPU Socket
El mercado actual se divide entre soluciones de AMD (AM3, AM3+, AM2, FM2) e Intel (LGA1155 y LGA 2011). Aunque hay variedad de micros para cada uno, conviene tener en cuenta que el AMD A3 es retrocompatible con la generación anterior, mientras que las soluciones de Intel solo admiten procesadores de su serie, pero no entre ellas.
Aunque en una primera etapa no nos interesen los procesadores más potentes, puede ser una buena idea comprar una placa con un socket de última generación pensando en posibles actualizaciones a posteriori.
Form Factor
Los tres formatos más habituales son ATX (para equipos de sobremesa estándar), Micro-ATX (para sistemas HTPC y equipos compactos) y mini-ITX (un formato propietario de VIA Tecnologies compatible con componentes ATX). Como es evidente, la elección del form factor de la placa irá directamente relacionado con las dimensiones del chasis que elijamos para el equipo.
Las micro-ATX son fantásticas para montar un HTPC, pero es conviente tener en cuenta que a cambio de miniaturización y bajo consumo perdemos posibilidades de ampliación y conectividad. Para un sobremesa de altas prestaciones, cuanto más espacio mejor.
Bancos para memoria RAM
La mayoría de placas base modernas pueden alojar sin problemas entre 16 y 64 Gbytes de RAM, aunque algunos modelos muy avanzados llegar a los 128 Gbytes. Además de pensar en la cantidad, conviene valorar qué tipo de memoria admite y su velocidad máxima, especialmente si estamos pensando en un equipo para gaming o los interesa el overclocking. Como recomendación general, no compraríamos nada que no soporte RAM DDR3 a 1.333 Mhz o superior.
Form Factor
Los tres formatos más habituales son ATX (para equipos de sobremesa estándar), Micro-ATX (para sistemas HTPC y equipos compactos) y mini-ITX (un formato propietario de VIA Tecnologies compatible con componentes ATX). Como es evidente, la elección del form factor de la placa irá directamente relacionado con las dimensiones del chasis que elijamos para el equipo.
Las micro-ATX son fantásticas para montar un HTPC, pero es conviente tener en cuenta que a cambio de miniaturización y bajo consumo perdemos posibilidades de ampliación y conectividad. Para un sobremesa de altas prestaciones, cuanto más espacio mejor.
Bancos para memoria RAM
La mayoría de placas base modernas pueden alojar sin problemas entre 16 y 64 Gbytes de RAM, aunque algunos modelos muy avanzados llegar a los 128 Gbytes. Además de pensar en la cantidad, conviene valorar qué tipo de memoria admite y su velocidad máxima, especialmente si estamos pensando en un equipo para gaming o los interesa el overclocking. Como recomendación general, no compraríamos nada
Ranuras de expansión
Gracias a las ranuras de expansión es posible mejorar las capacidades de un ordenador de forma muy sencilla. La mayoría de placas ATX cuentan con siete ranuras, incluyendo alguna PCI Express de alta velocidad especialmente diseñada para las gráficas dedicadas. Las mejores placas ofrecen más de una PCIe x16 y permiten montar hasta tres gráficas al mismo tiempo.
En este punto es recomendable valorar hasta qué punto vamos a necesitar grandes capacidades de expansión (para determinados propósitos puede ser más que suficiente la GPU integrada) y que la distribución de las ranuras facilite el uso de varias tarjetas de expansión, especialmente si estamos mirando un modelo micro-ATX.
Almacenamiento
Los equipos actuales pueden estar basados en discos duros tradicionales, unidades SSD o una combinación de ambas. El Serial ATA (más conocido como SATA) es el estándar y la última revisión permite alcanzar una velocidad de transferencia de hasta 6 Gbps. Algunas placas siguen incluyendo uno o varios IDE, compatibles con los discos Parallel ATA (PATA) que eran populares hace unos años. Si, por alguna razón, queréis utilizar un disco de este tipo es una variable a tener en cuenta.
Conectividad
Uno de los aspectos más importantes a la hora de valorar la compra de una placa debe ser la conectividad que ofrece. A estas alturas nos parece importante contar con USB 3.0, eSATA, FireWire (interesante si tenemos algún dispositivo compatible) y Thunderbolt, si pensamos invertir en hardware que lo soporte.
Otros puntos importantes son el soporte para redes inalámbricas WiFi o Bluetooth, las salidas de audio si vamos a usar el chip integrado en placa y valorar la posibilidad de comprar una placa con una controladora adicional que ofrezca más puertos USB 3.0 o eSATA si vamos a necesitarlos.que no soporte RAM DDR3 a 1.333 Mhz o superior.
Cómo elegir tu placa GIGABYTE
Teniendo en cuenta todo lo comentado, la mejor foma de elegir la placa base que mejor se adecúa a vuestras necesidades es utilizar el buscador avanzado de la web de GIGABYTE. En la columna de la izquierda podéis filtrar por formato, socket o capacidades de ampliación y comparar unos modelos de placa con otros de forma sencilla e intuitiva.
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