12 de enero de 2013

Los mejores trucos para usar Windows 8

Si bien Windows 8 ya hace un tiempo que se encuentra en el mercado, lo cierto es que no todos los usuarios han realizado la actualización para poder gozar de las enormes posibilidades que ofrece el nuevo sistema operativo de Microsoft.
Las causas son varias, y entre las excusas que suelen mencionarse es el alto precio del SO, la compatibilidad de hardware, y por último la incomodidad de tener que aprender un software nuevo. En este punto, y a favor de estos últimos, es necesario destacar que Windows 8 ya no cuenta con el famosísimo “Menú Inicio”, sino que a partir de esta nueva versión ha sido reemplazada por una interfaz llamada “Modern UI”, diseñada para sustituir por completo al escritorio, haciéndolo desaparecer enteramente del sistema. Pero además se han incluido muchos otros cambios que desorientaron por completo al usuario, dejándolo perplejo. Si deseamos instalar Windows 8, o ya lo tenemos en nuestro sistema y nos encontramos en el grupo de los desorientados por los nuevos cambios, en este artículo encontraremos los mejores trucos para aprender Windows 8.

La Pantalla de Inicio, el nuevo Menú Inicio

El amigable “Menú Inicio”, disponible desde Windows 95, en esta nueva versión del sistema operativo de las ventanas ha dejado paso a algo llamado “Pantalla de Inicio”, el cual cubre totalmente la pantalla. Ni bien iniciamos sesión en el equipo, la pantalla de inicio nos mostrará una serie de bloques de colores llamados “Live Tiles” en los cuales podremos encontrar los accesos directos a nuestros programas favoritos, pero además también podremos contar con la posibilidad de recibir información detallada de diversos sucesos como el pronóstico del tiempo, los eventos del calendario y cualquier movimiento que ocurra con nuestro Facebook o el de nuestros contactos a través de “Widgets”, organizados de la misma manera que los accesos directos a las aplicaciones.


Lo mejor de este sistema es que es altamente modificable, por lo cual podemos personalizar esta pantalla de inicio de acuerdo a lo que realmente necesitamos. Todo ello con unos pocos movimientos del ratón.
Donde quieras
En el caso de desear cambiar la posición de unos de estos cuadros, lo único que tenemos que hacer es arrastrarlo con el ratón y soltarlo en la nueva posición. También podremos seleccionar entre dos tamaños para estos bloques, pequeño y grande. Si observamos que alguno de nuestros bloques o “Live Tiles” ha desaparecido, es posible que podamos encontrarlo haciendo scroll lateral o moviendo la rueda del ratón.
Algunas de las más conocidas aplicaciones como el Bloc de Notas o la Calculadora no aparecen en esta pantalla de inicio. Para poder utilizarlas tendremos que pulsar con el botón derecho del ratón sobre algún rincón vacío de la pantalla y seleccionar la opción de mostrar todas las aplicaciones. También es posible ejecutar aplicaciones directamente tecleando sus nombres.


Si necesitamos tener disponible un acceso directo a una determinada aplicación, lo podemos hacer fácilmente haciendo clic sobre su icono y seleccionar la opción “Anclar a inicio”. En el caso de que deseemos eliminar algún acceso, lo podremos hacer mediante el mismo procedimiento, pero seleccionando la opción “Desanclar de inicio”.


Disposición de las aplicaciones

La interfaz de Windows 8, y los programas que han sido desarrollados o adaptados a su estilo, ofrecen una disposición horizontal, es decir que en lugar de varias ventanas, ahora las aplicaciones se disponen en múltiples paneles dispuestos lado a lado.
Esto puede desorientar a cualquier usuario acostumbrado a la anterior forma de trabajo con Windows 7, ya que no toda la información se muestra en la misma pantalla. Para acceder al resto de los datos mostrados por el software, tenemos que usar la rueda del ratón para movernos entre las diferentes pantallas o utilizar la barra de desplazamiento ubicada en el borde inferior, signo inequívoco de que tenemos más información disponible en otra pantalla.

Menús contextuales en Windows 8

En las versiones anteriores del sistema operativo de Redmond, para acceder a ciertas funciones relacionadas con lo que estábamos haciendo, podíamos pulsar con el botón derecho del ratón para abrir el conocido “Menú contextual”. Si bien todavía esto sigue vigente en Windows 8, lo cierto es que ahora en lugar de un menú aparecerá un panel.




Charm: Un nuevo nivel de comodidad

Para aquellos que todavía no lo han utilizado, Windows 8 ofrece una barra de herramientas oculta en la parte derecha de la pantalla, a la cual se puede acceder ubicando el cursor del ratón sobre los márgenes derecho o izquierdo inferiores o pulsando la combinación de teclas “Windows+C”.




En esta barra podremos encontrar iconos para cinco comandos: “Buscar”, “Compartir”, “Inicio”, “Dispositivos” y “Configuración”. En este punto, la opción de “Compartir” es una de las más importantes, ya que mediante esta función podremos compartir con nuestros contactos todo tipo de contenidos.


Alt+Tab: Cambiar entre tareas

En versiones anteriores de Windows para cambiar entre programas abiertos sólo teníamos que pulsar la combinación de teclas “Alt+Tab”, o “Windows+Tab” si deseábamos ver las ventanas en 3D. Si bien en Windows 8 estas opciones todavía existen, se comportan de manera diferente.


“Alt+Tab” cambia entre todos los programas abiertos, los diseñados para Windows 8 y los demás, mientras que “Windows+Tab” abre una lista en donde sólo se muestran los programas desarrollados para la versión 8 de este sistema operativo.

¿Dónde están mis ventanas?

Una de las características esenciales de las aplicaciones desarrolladas para Windows 8 es que siempre se ejecutarán a pantalla completa, dejando de lado el concepto que le da el nombre a Windows: Las ventanas. Extraño pero cierto.



Estos programas ahora se ejecutan lado a lado. Mientras que el programa en foco ocupa la mayor parte de la pantalla, el otro se ubica en una pequeña porción de la misma en el lado izquierdo o derecho.
Personalización
Como mencionamos al principio, Windows es ahora mucho más fácil de configurar para lograr justo lo que necesitamos. Para personalizar las opciones de apariencia, sólo tenemos que presionar “Windows+C” y pulsar sobre la opción “Configuración> Personalizar”.




Aquí podremos seleccionar la imagen de la pantalla de bloqueo, que incluye la posibilidad de usar una imagen propia, y los colores de fondo, los cuales podemos elegir de entre 25 esquemas diferentes. En cuanto a las opciones de personalización de escritorio como el wallpaper y el tema de color de las ventanas siguen disponibles, pero obviamente sólo se aplicarán al escritorio.

Recuperar el viejo escritorio

Para todos aquellos que prefieren la funcionalidad del viejo escritorio, todavía podrá seguir usándolo, pero lamentablemente no en forma exclusiva. Afortunadamente, existen maneras de anular esta limitación; una de ellas es a través de dos aplicaciones gratuitas llamadas Skip Metro Suite y Pokki.


La primera nos permitirá usar el escritorio de forma permanente, mientras que la segunda nos otorga la posibilidad de recuperar el menú Inicio, todo lo cual nos acercará a la funcionalidad de Windows 7.



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