Como en el caso de las demás tabletas con Windows 8, los dispositivos están especialmente diseñados para maximizar su comodidad a la hora de trabajar y se acercan al formato de los híbridos (el Iconia W510 de forma más clara, el Iconia W700 de una manera más original). Su punto fuerte, sin lugar a dudas, es su precio, de lo más razonable dentro de lo que se puede encontrar entre las tabletas con el sistema operativo de Microsoft: entre 500 y 700 euros.
El Iconia W510 es el modelo más económico de los dos, con un precio de 529 euros, y su forma es la de un híbrido convencional, con un teclado opcional que se le puede acoplar. Tiene una pantalla de 10.1 pulgadas y presenta una gran calidad de imagen, con una resolución Full HD de 1920 x 1080. En Acer se han esforzado especialmente por conseguir una buena autonomía para sus dispositivos y en el caso del W510 aseguran que la tableta con el teclado acoplado tiene una duración de aproximadamente 18 horas (aunque como siempre, hay que tener en cuenta que el tiempo que nos dure la batería depende del uso e incluso de los ajustes que tengamos en nuestro equipo).
El segundo modelo, el Iconia W700, tiene un precio más alto, pero todavía bastante razonable: 629 euros. La pantalla es más grande que la del Iconia W510, alcanzando las 11.6 pulgadas, y su resolución es igualmente de 1920 x 1080. El mayor coste de este modelo se debe, sobre todo, a que incorpora un procesador Intel Core i3 en lugar de un Atom. Lo que más destaca de esta tableta es su diseño, bastante menos convencional. La Iconia W700 incorpora un soporte, completamente independiente del teclado, que permite colocar la tableta en diferentes posiciones (paisaje o retrato) y con diferentes grados de inclinación, según el uso que se vaya a hacer de ella.
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