Su lanzamiento se producía en octubre, no libre de polémica ya que la interfaz Metro, tal vez la mayor novedad a nivel visual que incorpora el sistema, no termina de convencer. Su éxito está aun por verse aunque las cifras de venta que hemos podido ver son bastante prometedoras, y servidor no duda que acabará imponiéndose a Windows 7.
¿Os habéis aventurado a instalar el sistema operativo? Desde su lanzamiento se han visto consejos previos a su instalación, de cara a considerar si es conveniente o no hacerse con una actualización, consejos de optimización y configuración, y por supuesto un montón de utilidades y aplicaciones nativas a Windows 8, y es que esa es otra de las novedades, las apps Metro. Hoy volvemos atrás, directamente hasta la instalación.
WinReducer 8 es un programa ideal. Al igual que nLite lo hacía para Windows XP,[ WinReducer 8 nos permite crear una instalación personalizada y desatendida de Windows 8 aligerando el sistema e incluyendo únicamente aquellos componentes que deseamos. El resultado no sólo es un sistema más liviano y rápido en muchos casos, sino mucho mayor espacio libre en disco.
WinReducer 8 es además una aplicación portable, por lo que podéis probarla ahora mismo y descubrir sus ventajas, aplicables tanto a versiones de 32 como de 64 bits de Windows 8.
Una vez la hemos descargado, descomprimimos y ejecutamos. Necesitaremos una ISO original de Windows 8, algo que no debería costarnos mucho conseguir y que es totalmente legal -para utilizarla más allá del periodo de prueba necesitaremos tener una licencia de Microsoft, eso sí-. Después de seleccionar la versión de Windows elegimos una carpeta donde montarla, y directamente pasamos a una pantalla con varias listas correspondientes a los componentes del sistema:
- Accesorios
- Fuentes
- Idiomas
- Drivers
- Componentes de red
- Servicios
Una vez hemos completado todos los pasos del asistente, basta con utilizar la opción de Salvar ISO y comenzará el proceso de creación. ¿Se puede pedir más?
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