Los materiales son baratos y fáciles de conseguir, la técnica muy ingeniosa y el resultado un forma muy original de imprimir una fotografía para decorar nuestra casa o, mejor aun, para regalar. El gel medio, quizá el elemento menos conocido, lo podéis encontrar en cualquier tienda de manualidades. Si tenéis en vuestra ciudad una facultad de Bellas Artes cerca habrá más de una tienda donde lo tengan y si no siempre os quedará Internet.
La fotografía, necesariamente impresa usando tecnología láser, se coloca sobre la plancha de madera, previamente impregnada de una capa de gel medio, teniendo cuidado de eliminar cualquier burbuja de aire y se deja secar para que se transfiera la misma. Es importante tener en cuenta que vamos a provocar un efecto espejo en la transferencia con lo que si queremos evitarlo deberemos imprimirla reflejada para que luego se muestre correctamente.
Una vez transferida la imagen, aquí han dejado secar toda una noche, se retira el papel con la mano, rascando o ayudándonos de un trapo húmedo. El último paso es proteger la transferencia y para ello podemos usar cola de carpintero o algún tipo de barniz con el que dar diferentes acabados a la madera. El último paso deja espacio abierto a la creatividad de cada uno para lograr distintos efectos como podría ser el envejecido. ¿Lo probamos?
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